Este capítulo es el más importante con diferencia de todo el proceso de renovación de ventanas, y la mayoría de la gente no repara en la trascendencia tan fundamental que tiene. Una deficiente instalación se traduce en un sinfín de problemas como filtraciones, estanqueidad, condensaciones, descuadres y un largo etcétera… que pueden convertirse en un eterno quebradero de cabeza de difícil solución.
Trabajar en una vivienda habitada es radicalmente diferente a trabajar en cualquier otro emplazamiento: tarima, alfombras, muebles, lámparas y todo tipo de objetos son los que hay que preservar con el mayor cuidado posible. Sabemos que la instalación de ventanas en una vivienda precisa un especial tacto y una extrema delicadeza, así como una rigurosa limpieza.
Disponemos de tres equipos de instaladores con tres oficiales al frente de cada uno de ellos, Mikel, Antonio y Julio, con sus respectivos ayudantes. Nuestros montadores están especializados en renovación de ventanas en viviendas habitadas. En primer lugar protegen adecuadamente las zonas de paso, hall y pasillos, y a continuación la zona de trabajo.
Nuestro sistema
Nuestros montadores solo instalarán de 2 a 3 ventanas completas por día. Esto es, trabajan por el sistema de estancias concluidas. Cada día solo llevarán aquellas ventanas que al final de la jornada quedarán terminadas, de tal forma que esa habitación pueda ser limpiada al final del día y ya no volverá a ensuciarse en días posteriores. Para nosotros sería mucho más sencillo y rápido arrancar todas las ventanas de una vez el primer día, y realizar los trabajos de albañilería y remates en los días posteriores. Pero en este caso, quedaría toda la casa patas arriba durante el transcurso de la obra, con las incomodidades que ello supone para toda la familia.
Protección del mobiliario
Una cuestión capital en la instalación de ventanas en viviendas es la protección de las zonas de paso y de trabajo.
En primer lugar protegemos los suelos a conciencia, con el objetivo de evitar cualquier posibilidad de rayarlos. Para las zonas de trabajo disponemos de un sistema único de protección: láminas de madera contrachapeada que ofrecen una gran resistencia al impacto de cualquier escombro que pudiera desprenderse al retirar la vieja carpintería o cualquier herramienta que pudiera caer al suelo. De esta manera salvaguardamos su tarima de cualquier contratiempo que pudiera surgir.
El polvo es inevitable en este tipo de trabajos, principalmente cuando se desmontan las ventanas y en especial, las cajas de persiana de madera. El polvo se deposita en todo el mobiliario, baldas, figuritas y demás enseres y cuesta mucho trabajo limpiarlo todo. Para minimizar al máximo sus efectos, nuestros instaladores se encargan de recoger y proteger toda la zona con “plásticos cubrelotodo”.
Instalación de la ventana – Apuntes Técnicos
Dado que la ventana quedará expuesta a todo tipo de adversidades meteorológicas, es de vital importancia la manera de rematar la ventana por el exterior y la calidad de los materiales utilizados para su instalación.
Toda ventana renovada precisa de un remate perimetral exterior. Este remate puede hacerse con masa hidráulica o con un jambeado y sellado con silicona posterior. La primera opción es más económica pero bastante más arriesgada, puesto que las dilataciones que sufre la ventana en verano pueden provocar un agrietamiento de la masa exterior, pudiendo dar lugar a filtraciones de aire y/o agua. La segunda opción es más costosa, pero sin duda mucho más eficiente y segura. En Euskalventanas siempre jambeamos por el exterior y por el interior y trabajamos únicamente con marcas de reconocido prestigio y máxima calidad, como Wurth.
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